Quinto piso

Hay tres sustratos o soportes de escritura que han sido fundamentales para el desarrollo del libro: el papiro egipcio, el pergamino y el papel. La humanidad ha podido conocer historias y experiencias que han servido para entender mejor el pasado y para su subsecuente progreso.

Iniciamos con este artículo y video, una serie con oficios que se han ido acabando y otros que se resisten al cambio tecnológico y a la industrialización. Algunos oficios que definitivamente ya no existen porque fueron relevados por otra manera de hacerlos; otros que se siguen realizando por la terquedad de algunos románticos que han transmitido sus saberes de generación en generación. Hagamos memoria: lechero, afilador, carbonero, herrero, pregonero, fotógrafo de parque (fotoagüita), telegrafista, tipógrafo, linotipista, entre muchos otros.

Hoy nos vamos a referir a un oficio y producto que fue el soporte de muchos libros y escritos que trascendieron de la antigüedad hasta nuestros días: el pergamino, sustrato que por su mayor flexibilidad y perdurabilidad, mejor que el quebradizo papiro de Egipto, lo reemplazó.

El Papiro

Los primeros soportes sobre los cuales se hizo escritura fueron la piedra (Babilonia), el bambú (China) y la cerámica (sumerios). Pero dada su difícil elaboración, manipulación y archivo, los egipcios inventaron hacia el año 3000 a.C el primer papel enrollable (se han encontrado rollos de más de 20 metros) que tenía origen vegetal y se elaboraba a partir de un junco, el Cyperus papyrus, muy común en el río Nilo y en algunos países mediterráneos del África. Esto lo destaca desde el mismo título Irene Vallejo en su bella narración «El infinito en un junco» en la que nos adentra en la historia de la escritura y el libro.

El Papiro de Ani: capítulo 125 del Libro de los muertos. Museo Británico

El papiro tuvo su auge con Alejandro Magno (siglo III a.c.). Su producción comenzó a decaer en el transcurso del siglo V d.C., siendo desplazado lentamente por el pergamino hasta que desapareció finalmente en el siglo XI, con la llegada del papel a Europa. Otra de las razones de la desaparición del papiro fue por su escasez, que lo hacía difícil de conseguir en otros países diferentes a Egipto.

El Pergamino y las vitelas

El pergamino, tipo de papel elaborado con cuero de vaca, o cordero, era más resistente a borrados y correcciones; también se podía hacer secuencial y enrollar como el papiro, así como dividirse en hojas.

Se conocen algunos pergaminos desde el año 1.500 a.c. (rollos del mar muerto) pero se le atribuye su auge y desarrollo a Eumenes II, rey de Pérgamo, quien indujo a su producción organizada, a partir de la cuidadosa elaboración que daban los fabricantes griegos de su ciudad (hoy parte de Turquía), de donde derivaría el nombre de pergamino. Su producción empezó hacia el siglo III a. C.

Libro de Horas de Catalina de Cleves, c. 1440, escrito e iluminado sobre vitela.

El pergamino surgió como alternativa al papiro, por su facilidad de borrado y reutilización1, porque permitía escribir por las dos caras, y porque era más fácil conseguir la materia prima (cuero de animal) en cualquier lugar, aún siendo más costoso.

El pergamino fue muy utilizado durante la Edad media, etapa en la que se produjo una cantidad considerable de códices2 y libros. También se usó su versión más delicada: las vitelas, que se elaboraban a partir de piel de becerro o ternera (preferiblemente neonato); eran más delgadas y suaves para escribir y dibujar y fueron muy apreciadas por los escribas o amanuenses, personajes ilustrados que se dedicaban a transcribir textos e iluminarlos4.

Escribano de la edad media en su taller. Grabado de Jean Le Tavernier

Pero la evolución de la humanidad no se detendría y apareció el papel que resultaba más barato, más liviano y se podía coser y apilar más fácilmente, aunque al comienzo fue rechazado por ser menos durable que el pergamino. De hecho, los libros eran realizados completamente sobre pergamino antes de la introducción de la imprenta y aún posterior a ella3. El pergamino se siguió utilizando profusamente hasta finales del siglo XIX y principios del XX, tanto en documentos públicos como para uso artístico.

Este preludio histórico, para introducir a un oficio prácticamente extinto y su ejecutor (pergaminero) que ha logrado mantener la tradición de la elaboración del pergamino de forma artesanal, encontrándole otras utilidades y aplicaciones.

Cómo se convierten las pieles de animales en pergaminos en el único taller de EE. UU. | Sigue en pie

El video que presentamos fue realizado por Insider y nos cuenta la manera en que se elabora el pergamino y uno de los últimos artesanos que lo hace.

Curiosidad: ¿Alcanzó usted a recibir su diploma de bachiller o universitario, impreso o escrito a mano su nombre sobre pergamino?

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  1. Palimpsesto es el nombre con el que se conocieron las hojas de pergamino que se borraban y volvían a utilizarse. Muchos de estos pergaminos conservan huellas del texto que subyacía en el documento anterior.

2. Los códices eran tipos de libros escritos e iluminados a mano, de hojas continuas, conocidas como páginas, cosidas y reunidas en plano con un doblez tipo acordeón, que se podían desplegar y leer sobre una mesa. Fueron los predecesores del libro tal como lo conocemos hoy en día.

3. La primera impresión de la Biblia de 42 líneas realizada por Gutemberg (180 ejemplares), incluyó un tiraje especial de 35 ejemplares impresos sobre pergamino que fueron iluminados posteriormente, quedando como ejemplares únicos.

4. Los libros iluminados son manuscritos en los que el texto es complementado con decoraciones y pinturas, generalmente acuarelas, tales como letras capitales coloridas, bordes y miniaturas en color. Se les llamaba iluminados porque generalmente, incluían terminados con hojillas de oro que brillaban con la luz.

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