Hoy subimos a nuestro quintopiso un poema de reflexión y madurez de Mario de Andrade, sobre el sentido de la vida, relacionado alegóricamente con un paquete de dulces (golosinas) que, siendo niño se tiene la tentación de acabarlo de un tirón pero que a medida que se vive se van degustando mejor. El poema se llama “El valioso tiempo de los maduros” o “Golosinas”, aunque también es conocido como “Mi alma tiene prisa”.

Sus versos hacen un llamado a vivir con toda intensidad, desde la visión de la madurez, despojándose de veleidades y vanidades, desde la esencia. Es asimismo, una crítica a la sociedad superflua y a la banalidad de las relaciones; su deseo es encontrar compañeros de camino sinceros, afectuosos, honrados y amables con quienes pueda finalizar su periplo, liberado de lazos indeseados. La vida solo se vive una vez y ser consciente del tiempo que nos queda (¿) debe ser la motivación para liberarse de todo el lastre que cargamos para poder disfrutar plenamente lo que nos quede por vivir.

Pero conozcamos un poco más de este gran poeta brasileño nacido un 9 de 0ctubre de 1893.

El poeta «desvairado» y el modernismo

Retrato de Mario de Andrade obra de Anita Malfatti.

Poeta, novelista, ensayista y musicólogo brasileño, Mário Raul de Morais Andrade nació en São Paulo. Pianista frustrado debido a la temprana muerte de un hermano, impacto que lo dejó con temblores en las manos. Esto lo desvió hacia la crítica musical y al estudio de las músicas brasileñas, particularmente las del interior, de la región de Sao Paulo y Minas Gerais. Publicó muchos ensayos sobre folclor en diversas revistas; el más importante de ellos y referente para los estudiosos de las músicas del Brasil es el “Ensayo sobre la música brasilera” (1928). También desde muy joven desarrolló el gusto por la poesía y su primer poemario “Hay una gota de sangre en cada poema”, lo publicó en 1917.

Mário de Andrade es considerado uno de los iniciadores del modernismo brasilero gracias, principalmente, a su segundo libro de poemas Paulicéia desvairada (algo así como “desvaríos paulistas”) publicado en 1922, en donde juega con el lenguaje de manera que el fraseo parece entrecortado y aparentemente sin conexión, y en el que abundan las exclamaciones casi sin verbos, con sentimiento, pero también con evidentes sarcasmos, escritura hecha con alguna influencia del simbolismo francés (leía en francés, en su juventud, a Rimbaud, Lautréamont, Baudelaire, y otros poetas simbolistas). Este poema, “Coloquio sentimental”, es un ejemplo de ello

La calle toda desnuda. . . Las casas sin luces . . .
Y la mirra de los martirios inconsciente . . .

Déjeme llevar el pañuelo a la nariz.
¡Tengo todos los perfumes de París!

Escribe en la misma época (1922-1924) A Escrava que não é Isaura  (La esclava que no es Isaura), un manifiesto sobre el modernismo y la manera de entenderlo y escribirlo («discurso sobre algunas tendencias de la poesía moderna» es su subtítulo), que comparte con el Grupo de los 5, compuesto por tres poetas (Oswaldo Andrade es uno de ellos) y dos artistas plásticas, Tarsila do Amaral y Anitta Malfatti (quien le realiza un conocido retrato), y con quienes trabaja durante casi una década. A esa idea se adhirieron otros intelectuales y artistas que continuaron desarrollándola en la década de los 30 del siglo pasado.

Grupo de los 5, propiciadores del movimiento Modernista brasilero.

Contemporáneo de Vicente Huidobro, comparte algunos de sus principios creacionistas y los aplica en su nuevo movimiento que viene atravesando toda hispanoamérica, desde que Rubén Darío se convirtió en referente.

Su posición nacionalista y rebelde lo lleva a escribir poemas y prosa con esa intención. Entre otras cosas busca la apropiación del lenguaje, e incluso, en algún momento propone desligarse de su idioma original, asumiendo que lo que escribe lo hace en brasilero y no en portugués, mostrando diferencias evidentes entre lo hablado y lo escrito. Su poesía está permeada por la música, su gran pasión.

Macunaima y otros textos

Otros libros de poemas de Mario de Andrade son: Losango Cáqui (1926); y Clã do Jabuti (1927) que representa su etapa más nacionalista. Escribió la novela Amar, Verbo Intransitivo (1927), en la que narra la iniciación sexual de un joven con una mujer mayor, así como la reconocida novela Macunaíma (1928) en donde genera un diálogo con elementos folclóricos (a través de un antihéroe negro y rústico que representa según el autor, al pueblo brasilero), entre los indios del Amazonas y la rancia cultura europea de Sao Paulo. Esta novela ha sido llevada al cine y se realizó, además, un premiado montaje de teatro. De Andrade falleció el 25 de febrero de 1945 a la edad de 52 años. De Andrade tuvo su mayor reconocimiento posterior a su muerte, luego de publicarse en 1955 sus poesías completas.

Mario de Andrade.

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Golosinas

(El valioso tiempo de los maduros)

Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante,
que el que viví hasta ahora

Me siento como aquel niño que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.

Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.

Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.

Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.

No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.

No tolero a manipuladores y oportunistas.

Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.

Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo

Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.

Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…

Sin muchos dulces en el paquete…

Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír de sus errores.
Que no se envanezca con sus triunfos.
Que no se considere electa antes de la hora.
Que no huya de sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.

Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.

Foto: El confidencial

Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.

Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.

Sí… tengo prisa… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.

Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan…

Estoy seguro que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.

Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.

Espero que la tuya sea la misma porque de cualquier manera llegarás…

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Fernando Sabido Sánchez, Poetas siglo XXI, Antología https://poetassigloveintiuno.blogspot.com/2011/12/5334-mario-de-andrade.html / Octubre 07 de 2021