En esta segunda parte, Teresita Gómez relata su dificultad de inclusión en el ambiente cultural, en especial el de la música clásica, en el que la segregación campeaba. Su concepto sobre la música en general y sus gustos particulares al respecto. La grave operación de sus manos de la que no creyó recuperarse y la superación de todas las batallas contra la sociedad conservadora que la quiso opacar, hasta el reconocimiento logrado, por encima de todo y sin perder sus convicciones y principios. Luchadora incansable

Quintopiso

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[Primera parte – Teresita Gómez: Vida en Blanco y negro (1)]

Segregación – Casi renuncia a su pasión por una operación –  Los compositores que le fascinan – La música es una sola – «Soy un toro que merece ser indultao.»

…Mi negra camina en versos de cuatro o cinco tonadas,
Su habla es un canto largo, con las palabras cortadas.
Mi negra es dulce por fuera. Por dentro yo no sé nada.
Por dentro mi negra tiene alguna cosa guardada.

Alheña y azúmbar – Jaime Jaramillo Escobar

El ambiente conservador y elitista que primaba en la sociedad antioqueña de entonces, hizo más difícil la vida y el desarrollo artístico de la pianista nacida en Medellín. Teresita ha manifestado en diferentes ocasiones, a propósito de la segregación que ha vivido:

“En el ámbito musical realmente no sé cómo hice para sobrevivir, pues había muchísima segregación. La música clásica siempre ha sido para los blancos, y que una negra (mujer y además negra) tocara música clásica era una idea que la sociedad en que crecí no quería aceptar”. “Ser pianista y ser negro era un combinación inaceptable. Hoy cada vez más músicos negros incursionan en la música clásica, lo cual es digno de ser aplaudido”

Teresita en uno de sus recitales más recientes. Foto: Diana Rey

Ha remarcado que el piano para ella no es un instrumento, sino la extensión de sus dedos, pues el instrumento real, aquel que produce música y sentimientos, es ella misma. Y a sus 80 años así lo sigue demostrando.

Después de su delicada operación de las manos en 1995, duró tres años en convalecencia en los que no tenía control de movimientos y había perdido la fuerza natural de sus dedos. Pensó que no volvería a tocar el piano.

Tiene su propio concepto sobre los compositores que le inspiran y le fascinan: De Chopin dice que

“llevó el piano al nivel de la poesía: no es un músico, es un poeta. Puso a cantar el piano. Sé qué es un buen Chopin porque lo he tocado en Varsovia, sé cómo debe sonar.” “Beethoven es fascinante, grandioso. Es igual a fuerza. Su música es el mundo que él construyó. Vivía en la adversidad, era pobre, sordo y se enamoraba de las condesas. No le faltó sino ser negro.” “Tocar Mozart es estar en una cuerda floja, como si a un mantel de lino blanco le cayera una gota de vino rojo.”

Para Teresita «la música es una sola»,

Teresita Gómez ha grabado varios discos, entre los que se encuentran ‘Teresa Gómez a Colombia’ (1983), ‘Para recordar compositores colombianos’ (2000), ‘Íntimo’ (2006) y ‘Antología I’ (2007). Ha compartido cartel con algunas de las figuras más importantes de la escena músical contemporánea y hecho recitales en muchas ciudades del mundo en las que ha dado a conocer los autores colombianos. Le fue otorgada la Cruz de Boyacá en 2005 y fue condecorada por la Orquesta Filarmónica de Bogotá con la Orden al Mérito Filarmónico en 2017.

Teresita Gómez y Blanca Uribe son las mejores pianistas que ha dado el país

Blanca Uribe y Teresita Gómez, contemporáneas y coterráneas pero que curiosamente crecieron y se formaron en ambientes sociales y académicos contrastantes. Ellas son quizás, las mejores pianistas que ha dado el país en toda su historia. La última vez que tocaron juntas fue en Medellín en 2021.

Su vida de contrastes la contó la propia Teresita más coloquialmente, en una entrevista realizada por Cristóbal Peláez en el año 2012 para la revista ‘Medellín en Escena’ y que tiene un título que habla de su lucha de toda la vida contra la sociedad pacata de mediados y finales del siglo XX, contra la segregación racial, contra los prejuicios de clase, contra la pobreza, contra las adversidades, y en el que pide, sin angustia, pero con la fortaleza y, sobre todo, con la dignidad que le dan los años: “Yo soy un toro que merece ser indultao”.

Festival de música de Cartagena 2023. Concierto con la Orquesta Filarmónica de Mujeres.

Por eso los innumerables homenajes que se le han brindado por sus 70 años profesionales y 80 años de vida: como el del reconocido Programa «Aprendemos Juntos 2030» del BBVA, que la invitó a socializar su historia:«La pianista que venció al racismo; el Metro de Medellín, con tres vagones que cuentan su vida con gigantografías y música, como debe ser; o el concierto con la Orquesta Filarmónica de Mujeres, en el marco del Festival de Música de Cartagena con un repertorio colombiano y replicado en el Teatro Julio Mario Santodomingo en Bogotá con un programa de música clásica; fue galardonada con el premio “Vida y Obra” del Ministerio de Cultura de Colombia; o su aplaudido concierto en el Teatro Metropolitano en septiembre. Su nombre engalana una de las salas de música de la Universidad de Antioquia: La «Sala de artes performativas Teresita Gómez». Y finalmente, el libro de Beatriz Helena Robledo «Teresita Gómez. Música toda una vida» por Ed. Debate, entre los más sobresalientes.

Homenaje a una luchadora incansable que nos ha regalado sus mejores virtudes: Su tenacidad, el amor por la música, su fortaleza mental y la pasión por la docencia. ¡Gracias Teresita!

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*John Brian Cubaque Rey (1954) Editor de quintopiso.net, revista virtual dedicada al bienestar, respeto y empoderamiento de personas mayores de 50 años. Ex periodista gráfico de la revista Semana y de la Agencia nacional de noticias CIEP. Diseñador gráfico, especializado en diseño editorial y docente universitario.

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Fuentes:

Cristóbal Peláez González. “Yo soy un toro que merece ser indultao”. Entrevista. Pg 3-7 / Revista Medellín en Escena N° 26. Julio-agosto 2012.

Alexander Klein.  Teresita Gómez, un justo orgullo de Colombia – Revista Arcadia. Mayo 2019

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