Por John Brian Cubaque Rey*
El artista colombiano Miguel Ángel Rojas (19469, quien expone en el Museo de Arte Moderno de Bogotá-MAMBO, y la controversial artista norteamericana Ida Applebroog (1929) de la que se exhibe una gran retrospectiva en el Museo de Arte Reina Sofía de Madrid, son dos importantes artistas mayores de 70 años, que actualmente tienen exposiciones y que reseñaremos hoy. A los dos los une la conceptualidad y la experimentación, así como la constante búsqueda de lenguajes y medios apropiados a sus mensajes. Mientras Rojas se centra en problemas de identidad de raza y género, el medioambiente, la violencia y el narcotráfico, Applebroog lo hace desde su activismo feminista, el sufrimiento, el dolor y la ética médica, así como la investigación con animales, lo mismo que desde su intimidad y su experiencia vital.
Continuamos con las reseñas de exposiciones que involucran importantes artistas activos, mayores de 70 años, que han tenido una gran trayectoria y que aún siguen creando y exponiendo, con muestras que se han presentado durante el último año en Colombia y en el mundo.
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Miguel Ángel Rojas – Regreso a la Maloca
Una de las exposiciones que nombramos a propósito del alud de muestras de artistas activos mayores de 70, se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Bogotá-MAMBO- y tiene como protagonista al maestro Miguel Ángel Rojas (Bogotá, 1946).
Arquitecto, artista y fotógrafo bogotano de 75 años, Rojas se ha destacado por su obra comprometida con el medio ambiente y de crítica social, así como sobre la relación con las violencias que se viven en el país (narcotráfico, conflicto armado, desplazamientos). Recordamos particularmente su David mutilado[1](2005), serie de fotografías de un soldado que ha perdido su pierna a causa de una mina “quiebrapatas” (hoy llamada eufemísticamente antipersonal pero cuyo nombre popular describe mejor su accionar, que en muchos casos resulta letal).
“Cuando el artista toma la primera fotografía se da cuenta de que continúa la conexión con lo clásico, pues lo que se está presentado ante él es la imagen de un hombre que, en medio de su desmembramiento, posa digno y bello de forma semejante a una de las esculturas más esbeltas, encantadoras y vigentes de la historia del arte: el David de Miguel Ángel Buonarroti. Así aparece entonces esta figura de un David que no presenta un ideal de belleza, sino que expone la crueldad de la guerra y de lo irreversible.”
Catálogo de Arte BanRep.
En la exposición del MAMBO, Rojas tiene dos monumentales obras murales: El Nuevo Dorado y Economía Salvaje, construidas con hojas de coca y arcilla sobre laminilla de oro, para referenciar el impacto que la deforestación tiene en el cambio climático, así como el cambio de uso de la tierra en ganadería, minería y narcotráfico, provocando el desplazamiento de comunidades enteras. Estas obras fueron encargadas para la 12ª Bienal de Shangai y son exhibidas por primera vez en Colombia.
“No encuentro ninguna diferencia entre el saqueo y la expropiación que empezó hace cinco siglos con la conquista europea en América; continúa más allá de los límites que marcaron las naciones establecidas poniendo en riesgo con ello, el futuro de la misma humanidad.”
Miguel Ángel Rojas.
Exhibe, además, tres obras encargadas especialmente para esta muestra y realizadas este año: Yari Yaguará, en la que Rojas hace referencia al territorio en donde la comunidad indígena Pijao fue trasladada por el gobierno nacional en los sesenta; Aquí estamos, una piedra (realmente es icopor tallado, lo que le quita un poco de seriedad a la obra) que se relaciona visualmente con la formación rocosa descubierta en la región de la Lindosa, en el Guaviare, en donde se hallaron pinturas rupestres del período neolítico. Fue intervenida con huellas de manos de niños y niñas que hacen parte de la comunidad indígena Muisca de Sesquilé. Y Territorio de poder, que está inspirada en el piso neoclásico de La Sala Nacional de las Estatuas del Capitolio de Estados Unidos en Washington D.C., asaltado a comienzos de este año.
“…Toda la situación me hace pensar que no hay regreso; que de alguna manera hay que integrar a las comunidades, su territorio y sus tradiciones a la cultura contemporánea mundial. No hay regreso a la maloca.”
Miguel Ángel Rojas
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Ida Applebroog – Marginalias
Otra exposición importante que involucra artistas activos mayores de 70 años, es la que se presenta en el Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, de la controversial artista estadounidense Ida Applebroog, (New York, 1929) quien abre su primera gran retrospectiva denominada “Marginalias”.
Los temas que siempre le han obsesionado: el heteropatriarcado, la falta de definición entre lo privado y lo público, la insensibilización hacia el dolor ajeno o los excesos de la medicina, así como su compromiso político y feminista, están representados en esta retrospectiva. Applebroog continúa muy activa a sus 92 años y con una vitalidad envidiable.
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La amplísima muestra, está compuesta por más de 200 obras entre cuadros y dibujos, y ocho instalaciones una las cuales es Monalisa (Vagina House), 2006-2009, una instalación compuesta por más de un centenar de dibujos de su propia vagina realizados durante la etapa depresiva de dos años que vivió en la clínica Mercy en 1969, y guardados durante casi cuarenta años, lo que representó su punto de quiebre artístico. El significado parte del reconocimiento de su cuerpo femenino, que convertiría después en reivindicación feminista, así como la transformación de lo íntimo en político.
Otra de sus instalaciones se denomina Angry Birds of América, (pájaros enojados de América), que desarrolla desde 2016, en la que aparecen grandes fotos y pequeñas esculturas de pájaros de todos los colores, muchos ya muertos, que está inspirada en el libro “Birds of America” del considerado primer ornitólogo norteamericano, de origen francés, John James Audubon, quien realizó estudios de pájaros, muchos de ellos obtenidos mediante muertes a bala (él se jactaba de ello), ya que era cazador, resignificando la violencia actual y sus secuelas y representa una crítica velada a la era Trump y su incendiario discurso a favor de la libre venta y porte de armas.
Otra parte de la exhibición es la serie Trinity Towers: son las viñetas[2] en pergamino, a manera de pequeño teatrino, en las que denuncia el inadecuado manejo de la enfermedad y el dolor en los enfermos de Sida en EUA: desconocimiento, medicaciones inadecuadas, experimentación y falta de ayuda sicológica (muchos se suicidaron), son algunos de los temas de ética médica involucrados. Del mismo modo, en otra de las instalaciones, “Evereything is Fine”, 1990-1993, confronta a las farmacéuticas y los investigadores médicos sobre la utilización de animales, generalmente micos y orangutanes, con sufrimiento y hasta desaparición de especies.
“Odio que me etiqueten. Realmente odio que me etiqueten. Trabajo mucho sobre la violencia todo el tiempo, ya sabes. Me han dicho: ‘¿Por qué estás tan obsesionada con la violencia?’ ¿Y sabes mi respuesta? Los miro y pienso: ‘¿Por qué dices que estoy obsesionada con la violencia?’ Yo vivo en este mundo; esto es lo que pasa a mi alrededor. No puedo cambiar eso.”.” … Y el mundo real es el mundo del que tratan las noticias de las seis y tu propia vida personal, porque tu propia vida personal también está involucrada en eso.”
Ida Applebroog
Introdujo la tecnología como parte de su obra cuando tenía 75 años, en la serie “Photogenétics”, en la que desarrolla un proceso creativo escultórico y fotográfico, que comienza a partir de formas simples realizadas en plastilina, y que culmina con retratos deformados que nos recuerdan a esas personas que nacen o adquieren, por diferentes razones, deformaciones en sus cuerpos y a las que adiciona pelo natural y otros materiales, además de algunos objetos de vestuario.
Photogenethics Trinity Towers
La serie pictórica Marginalia (1993), que le da título a la exposición, realizada en diferentes formatos y elaborados con pintura color sangre, colocados a nivel de piso, representa a mujeres “ideales”: hogareñas, hacendosas, “muy de su casa”, sumisas, que siguen el estilo de vida americano (american way of life) promovido por el popular programa de los 90s “Martha Stewart living”, y es una ácida crítica a la sociedad machista, pacata, consumista y segregacionista que era EUA entonces. El nombre refiere a temas y personajes marginales que desfilan en toda su obra, incluida ella misma. Lo cierto es que Applebroog nos confronta y nos hace reflexionar sobre temas importantes. Su postura artística es contundente y radical.
A pesar de que Ida Applebroog es una artista que no es estrictamente comercial, es muy reconocida y ha expuesto en algunas de las más importantes galerías del mundo. Su obra está en colecciones de museos prestigiosos de su país como el Whitney de Arte Americano, el MOMA o el Guggenheim de New York, así como de Irlanda, Francia, Gran Bretaña y Holanda, entre otros. También ha participado en varias versiones de Documenta (Kassel, Alemania), Vale la pena acercarse a su obra.
“Es difícil decir de qué se trata tu trabajo, pero para mí, se trata de cómo funciona el poder: hombre sobre mujer, padres sobre hijos, gobiernos sobre personas, médicos sobre pacientes”[3]
Ida Applebroog
https://www.museoreinasofia.es/exposiciones/ida-applebroog
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[1] El pintor y grabador colombiano Oscar Cerón, gran conocedor de la historia del arte, y colaborador en quintopiso.net, nos ha hecho llegar información acerca del escultor inglés Jamie Gillespie, quien en 1999 presentó su obra en mármol “Mark Quinn”, que representa un hombre desnudo y mutilado de una pierna, similar a la fotografía de Rojas, realizada en 2005. El concepto las diferencia. Mientras la obra de Gillespie apunta al contraste estético entre la belleza de un arte antiguo fragmentado (obras como la Venus de Milo, encontradas rotas -sin brazos-) y la impresionante realidad de una persona mutilada, la de Rojas apunta a simbolizar el estado de la violencia en Colombia. ¿Coincidencia? ¿Plagio? Juzguen ustedes.
[2] Recordemos que la artista se formó como diseñadora gráfica, trabajando como ilustradora para una agencia de publicidad durante muchos años -desde finales de los 50s-, lidiando con la presión y el estatus de la mujer –convertida en objeto y menospreciada (recomendamos ver la serie Mad Men)-, situación de donde derivó la depresión mencionada en 1969, y que representó su inconsciente entrada al mundo del arte y su posterior militancia feminista.
[3] Entrevista “Poder, feminismo y arte. En: https://art21.org/read/ida-applebroog-power-feminism-and-art/
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*John Brian Cubaque (1954) es Diseñador gráfico, especializado en diseño editorial y docente universitario. Ex periodista gráfico de la revista Semana y de la Agencia nacional de noticias CIEP. Actualmente es editor de quintopiso.net, pagina dedicada al bienestar, respeto y empoderamiento de personas mayores de 50 años.
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