Por John Brian Cubaque*

El culto a la juventud que se está dando en nuestra sociedad, ha llevado a la creación de un neologismo: el edadismo (del inglés ageism), que explica esa discriminación que está ocurriendo con las personas mayores de cincuenta años (en algunos casos desde los 40 años), en aspectos como el trabajo, la salud, la educación, entre otros; se presenta a través de los estereotipos sociales y el tratamiento mismo que recibe ese grupo de personas mayores en muchas partes del mundo: todo lo joven es mejor; los jóvenes son más eficientes en su trabajo, los jóvenes entienden mejor y más rápido, los jóvenes se enferman menos, los jóvenes tienen sexo. Por el contrario los viejos ya cumplieron su misión; son inútiles; no aportan nada nuevo; son un estorbo.

El Edadismo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica el edadismo como “las acciones directas o indirectas por las cuales alguien es excluido, considerado diferente, ignorado o tratado como si no existiera, sólo por su edad».

HelpAge internacional, hizo un estudio que determina tres dimensiones sobre el edadismo

1. Estereotipos: Cómo vemos o creemos que son las personas mayores

2. Discriminación: Cómo nos comportamos con las personas mayores

3. Prejuicios: Qué sentimos respecto de las personas mayores

Esta idea sobre las personas mayores de cincuenta y sesenta años genera inhibiciones en su accionar tanto en el aspecto social, económico como laboral, e incluso es un motivo de enfermedades mentales como la depresión o la angustia, que han llevado a muchos a situaciones difíciles de relación familiar, incluido el suicidio. Veamos cómo se desarrollan.

Estereotipos, discriminación y prejuicios

Los estereotipos son ideas generalizadas que se incorporan al imaginario popular y se convierten para muchos en verdades absolutas. Creer que las personas mayores son lentas per se o que su desempeño laboral es deficiente solo por pasar de cierta edad o que los viejos no tienen sexo, son estereotipos que no tienen sustento, porque hay jóvenes que se pueden enmarcar también en esas premisas por razones diferentes.

La Discriminación: En el caso laboral, el estereotipo se convierte en discriminación al asumirse que por la edad no se es capaz de realizar tareas que ha venido desempeñando sin problemas: empleados eficientes que son obligados a renunciar al cumplir ciertas edades o límites de jubilación (en algunos casos, sólo por cumplir 50 o 60 ya es motivo de despido -no justificado, por supuesto-); las becas o incentivos son dados sólo a personas que no superen los 40 años. 

Las hojas de vida (por lo menos en Colombia y algunos otros países de latinoamérica) tienen como requisitos obligatorios la foto y/o el año de nacimiento, con lo que de entrada se hace discriminación, sin llegar siquiera a ver las competencias y experiencia del candidato. Algo tan simple como la forma de vestir, se convierte en motivo de discriminación (“eso ya no le queda bien, no es para su edad”). El Edadismo es considerado la tercera mayor causa de discriminación luego del sexismo y el racismo.

Los prejuicios se relacionan también con que a las personas mayores se les considera frágiles o limitados mentales, inútiles que no saben de tecnología y les cuesta más trabajo aprender. En algunas familias, a los viejos se les limitan sus funciones y pierden el respeto al considerarse poco productivos.

Ahora, a propósito de la pandemia, al ser considerado un grupo de riesgo (se presupone que TODOS tienen enfermedades respiratorias preexistentes), se limitó la movilidad y salidas a mayores de 60 años, por lo que hubo necesidad de apelar a una tutela para hacer valer su derecho a la libertad de movimiento (en países como Francia y España se le conoció como “La rebelión de las canas”). En este momento, las citas médicas presenciales para mayores de 60 están restringidas y no es posible exigirlas porque un decreto de emergencia lo está validando. 

Se pueden perder algunas habilidades físicas pero no se pierden el juicio ni el criterio que son más importantes para el desempeño de cargos de responsabilidad. De hecho, una gran cantidad de empresas importantes son regidas por personas mayores de 50 años.

Ver también: Mujeres experimentadas al comando en Europa: Ursula Von del Leyen (1) / Christine Lagarde (2)

Convenios y derechos humanos

La Convención Interamericana para la protección de los derechos humanos de las personas mayores (Tratado A-70) promulgada por la OEA en 2017, reconoce que la edad no es un límite de derechos adquiridos y propone, al contrario, crear condiciones para que los derechos humanos se adapten y sean  reconocidos a personas mayores. Las circunstancias del envejecimiento no son óbice para que esas personas dejen de ser objeto de derechos y así lo deben observar las políticas sobre indefensión y discriminación de los países suscribientes (Colombia lo firmó pero aún no lo ha ratificado). 

La CEPAL, como organismo de las Naciones Unidas para la región, propone adaptar los objetivos de la Agenda de Desarrollo Sostenible del 2030, a las necesidades de las personas mayores, con miras a cumplirla. Ser partícipes de la vida social, económica y política son derechos esenciales que se deben reconocer, sin cortapisas, a las personas mayores.

Retos y Acciones concretas

En muchos países se están desarrollando acciones concretas para evitar esas discriminaciones y preconceptos negativos relacionados con la edad. España es uno de ellos.

Desde hace 3 años (2017), la Cámara de Comercio de Madrid creó el premio Beca Aquarius patrocinado por Coca Cola (la razón: el desarrollo de la fórmula inicial fue hecha por un químico de 55 años y quien le compró la fórmula también era mayor de 60), destinado a emprendedores mayores de 60 años. Y ha sido todo un suceso que ha despertado interés y tenido una respuesta abundante; los proyectos presentados han sido de gran impacto y novedad. 

La empresa de moda Adolfo Domínguez ha promovido una campaña denominada «Sé viejo” que promueve el valor y la validez de lo viejo. La campaña incluye la recuperación de prendas de colecciones de más de 30 años, en buen estado que son modeladas por jóvenes. Asimismo, recurre a modelos maduras(os) en sus anuncios para las colecciones nuevas.

https://www.facebook.com/watch/?v=453263945467191 (Video «Sé Más Viejo)

mYmO (memory in motion between Young and Old) entidad sin ánimo de lucro, que propende por la integración de talentos intergeneracionales para enriquecer las experiencias laborales, realizó una campaña en 2018 para crear conciencia sobre el problema del desempleo en mayores de 50 años y combatir el edadismo en el trabajo, con el lema  #NOCADUCO  Con personas de todas las edades, con una fecha en su frente, mostrando que el talento no tiene edad.

En ese mismo sentido, losargonautas.org que son un voluntariado español relacionado con el cuidado de personas mayores, desarrolló en 2018 una campaña contra el edadismo, y el paternalismo hacia las personas mayores. #stopedadismo busca la visibilidad, la dignificación y la autonomía en todos los aspectos de las personas mayores. 

Ejercicio realizado por la Universidad IE en Madrid, como parte de la campaña #stopedadismo

Aunque no estamos del todo de acuerdo por las limitaciones que presupone (pero entendemos que dentro de esta franja hay un porcentaje alto de clientes), la empresa de teléfonos celulares sueca Doro, ha desarrollado teléfonos sencillos que se adaptan a las personas mayores de 70. “Porqué tenemos que adaptarnos a la tecnología y no la tecnología adaptarse a nosotros?”. Live life, campaña que ha promovido la vitalidad y el compromiso con la vida de las personas mayores, ha tenido un éxito enorme.

Diana Uribe: un caso de emprendimiento mayor con éxito

La filósofa e historiadora Diana Uribe (Bogotá, 1959 – 61 años) se ha mantenido vigente gracias a su carisma y lenguaje cotidiano que utiliza en sus narraciones a través de la radio. Ella a comenzado desde hace unos diez años un emprendimiento personal que involucra audiolibros, desarrollo de productos como podcast (dianauribe.fm) y videos (Conversaciones en casa con Diana Uribe) que se distribuyen en redes, correo y en canales conocidos como Youtube, Spotify o Tunein y le proporciona la posibilidad de ser visible y contratar conferencias y cursos que dicta no sólo en Colombia sino en otros países. Además es viajera y acompaña como guía, excursiones a lugares históricos y milenarios dándole brillo e interés de aprendizaje a los viajes a través de América, Europa, Asia o África. Es un caso de éxito e innovación empresarial que supera el techo de la edad.

Sabemos que en Colombia y latinoamérica hay muchos otros casos de superación y éxito de emprendimiento mayor, no solo empresarial sino de carácter social en temas como medioambiente, apoyo a comunidades vulnerables o liderazgo (recuerdo ahora el caso de las parteras del Pacífico y los palabreros Wayuú** en la Guajira). Casos como Médicos sin fronteras que involucra a médicos, enfermeras y paramédicos sin límite de edad; o la Defensa Civil, redes científicas, arte (Beatriz González, Fernando Botero o Doris Salcedo, siguen vigentes y muy activos) entre muchas otras. Si conoce casos que demuestren esa superación al edadismo en cualquier campo no dude en contactarnos para divulgarlo.

jbcubaque@gmail.com

brian@quintopiso.net

Y finalizamos con una reciente intervención -USA TOday- de Anthony Faucci (79 años) el inmunólogo más conocido de EE UU, en donde dijo que Santa Claus (persona mayor) «tiene inmunidad innata al Covid-19» y que además no había peligro de contagio por la multipresencia de éste en Navidad. Buena noticia.

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*John Brian Cubaque  (1954) es Diseñador gráfico, especializado en diseño editorial y docente universitario. Ex periodista gráfico de la revista Semana y de la Agencia nacional de noticias CIEP. Actualmente es editor de quintopiso.net, revista virtual dedicada al bienestar, respeto y empoderamiento de personas mayores de 50 años.

**Los Palabreros(as) Wayuú fueron reconocidos como patrimonio inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2010. Son personas respetables de la comunidad, mayores, que fungen como mediadores en conflictos de su comunidad.

Las parteras del Pacífico son matronas mayores que ayudan en el proceso de parto a las mujeres que habitan desde el Chocó a Nariño y en algunos casos en la Costa Caribe. Son, en muchos ocasiones, el médico, a falta de cobertura en salud del Estado, en comunidades apartadas. Sus saberes son transmitidos práctica y oralmente de generación en generación.

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