Soledad, pánico, virus y conspiraciones

En este resumen de la investigación temática y estética, con el reflejo visual de las consecuencias de la covid-19, en portadas de revistas y plasmada en 12 artículos que publicamos en pandemia, a propósito de los 5 años de su inicio, publicamos hoy la segunda entrega. Nuestros temas de hoy son: Soledad y depresión, pánico, virus, y teorías de la conspiración. (ver primera entrega)

Excelente portada de la revista The New Yorker (USA) que resume, con forma de coronavirus, los sentimientos frente a la pandemia: el aislamiento, la soledad, el pánico, la enfermedad y la inestabilidad (efecto dominó) producida por algo desconocido que nos acecha.

Soledad y depresión

El distanciamiento social por precaución al contagio, trajo como consecuencia el aislamiento y en muchos casos, exacerbó la soledad no deseada. Aquí encontramos gente de todas las edades, que no convive con su familia porque son de otro sitio o son extranjeros (recordemos que no se podía viajar); también hubo otros a los que por su condición, les tocó hacerlo, hablamos de enfermos y personas mayores con incapacidades o que no tenían lazos familiares cercanos pendientes de ellos, e incluso profesionales y empresarios que quedaron inactivos. En cada caso, al no poder compartir con sus seres queridos o continuar con sus negocios y trabajo, después de un largo tiempo de encierro, se les hizo difícil soportarlo, entrando en estados depresivos y se convirtieron en un problema de salud pública, que cinco años después, aún persiste.

Este espinoso tema fue tratado por revistas especializadas y por otras que reconocen su problemática social evidente. Una de ellas es la revista de ciencias sociales The Humanist (USA) que buscaba que el aislamiento no se convirtiera en soledad y propuso salidas filosóficas, en una bella ilustración de alguien solitario dentro de una burbuja, frente a un atardecer, sólo acompañado de un árbol. The New Yorker (USA) plantea la soledad en medio del aislamiento, como una metáfora, en una conmovedora imagen de un pajarito haciendo su nido en un semáforo y alguien solitario en una ventana como espectador. L’Espresso (Italia) se enfoca en el aislamiento (muro) que impide participar en los rituales religiosos de la semana santa; de hecho, el papa tuvo que hacer las ceremonias en una desolada plaza de San Pedro, en Roma. Entretanto, Time (USA), L’Express (Francia), Proceso (México) y L’e Vif (Bélgica) muestran en cambio, la angustia y el agobio de la soledad en el confinamiento.

Otra portada de The New Yorker (USA), nos deja ver la tristeza y la soledad del personal sanitario representados en esta imagen de descanso, luego de una de sus largas y duras jornadas de lucha por la vida. Recordemos que, aunque alabados, muchos tuvieron que vivir separados de sus familias y también fueron víctimas de rechazo social. Los niños también fueron afectados por la depresión debido al encerramiento y las restricciones de movilidad que les tocó asumir con resignación, así lo ve Le Monde (Francia) que muestra la impotencia de un niño en una ventana, haciéndole una pregunta a su madre: ¿A dónde vamos a ir hoy? Por su parte, The Spectator (RU, versión USA) hace evidente la soledad comunitaria, «Juntos, solos», mostrada a través de un edificio de apartamentos en el que en todas las ventanas hay alguien solitario, con expresión de tristeza y/o resignación.

New Scientist (RU) alerta sobre algunas consecuencias del covid-19 como síntomas que permanecen más tiempo tales como la perdida del gusto y otros derivados del aislamiento como la depresión. Vogue (Portugal) por su parte, en una potente portada, pone el confinamiento «en espera», con una solitaria modelo, cruzada de brazos e iluminados sus ojos, sobre un fondo oscuro (¿cárcel?). Para cerrar, escogimos la portada de Biancoscuro (Italia), revista de arte que recuerda una de la obras más conocidas del controvertido artista conceptual italiano Vincenzo Agnetti, y que se ajusta perfectamente a esta situación: «Cuando me miré, ya no estaba». Sensación de ausencia.

Virus, pánico y conspiraciones

El pánico, es decir la ansiedad y temor por algo desconocido, nos invadió con la llegada del Covid-19, particularmente por la ignorancia, por las rápidas muertes y la velocidad de contagio que nos tomó a todos desprevenidos. Lo mismo fue sucediendo en otros países a medida que se iban contagiando y reconociendo los estragos que dejaba a su paso. Conocer la historia de los virus y las epidemias, nos permite saber cómo se vivieron esos acontecimientos, las experiencias y los efectos posteriores en la sociedades afectadas. Además, saber los orígenes de los virus, así como los procedimientos médicos y los tratamientos alternativos que se han utilizado, son indispensables para entender lo que estamos viviendo.

Otro tema que surge cada vez que algo extraño ocurre son las teorías de la conspiración; en este caso mencionan que el Covid-19 no llegó por accidente sino por intervención de una mano siniestra, quién, cómo y porqué, todavía no lo sabemos (¿chinos?).

Primera reacción: pánico

La primera impresión al conocerse el brote inicial del virus y la rapidez de su propagación, fue de pánico, porque nadie sabía a ciencia cierta hasta dónde llegarían sus terribles consecuencias; ya se empezaba a comparar con la peste negra o peste española de principios del siglo XX (1918) que dejó cerca de treinta millones de muertos en todo el mundo (en Colombia fueron casi 2.000, la mayoría en Bogotá y Boyacá). No obstante, ese pánico ayudó de alguna manera, a entender la dimensión del mal y por esa razón las cuarentenas iniciales se pudieron asumir con mayor tolerancia. Pero a medida que las necesidades y la falta de ingresos se hicieron notorias, la realidad de la economía hizo que la gente se comenzara a rebelar, por hambre y por cansancio. Otro pánico.

La revista New York lo titula a lo ancho y largo de su portada de manera escueta pero ‘asustadora’, al usar una tipografía manuscrita y nerviosa que incluye el No tachado para darle mayor énfasis a ese estado que vivimos; compara ésta situación de emergencia, por su gravedad, con el atentado del 11/09 en esa ciudad. Respekt (Rep. Checa) nos trae una imagen terrorífica del coronavirus que anuncia el cambio mundial y el colapso de la economía. Entretanto, Society (Francia) nos muestra que el tiempo es inexorable pero flexible, al titular irónicamente «El mañana está muy lejos» luego que el presidente Macron anunciara la extensión de la cuarentena; resuelta en una sencilla pero creativa portada conformada por fechas de sello que se van sucediendo y agolpando al final en un ‘sangriento’ manchón rojo por la cantidad de víctimas.

Ecommerce magazine (USA-Alemania) también nos llama la atención sobre lo doloroso de la situación y los cambios que se vienen a nivel comercial, con una fuerte imagen en blanco y negro de alguien con expresión de dolor y rabia. Alternatives Económiques (Francia) muestra el virus como un gráfico financiero que cae y rebota convertido en garras que persiguen a un inversionista que corre despavorido.

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La austriaca Falter trae el botón rojo de pánico ilustrado con las características propias del cómic y la exageración de ampliación propia del pop, con colores planos y fuertes. Otra que ilustra con la técnica del arte óptico es Wired, para mostrar la inestabilidad del mundo en estado de pandemia (trate de verla por 15 segundos).

Entretanto, Singapore Business Review pone un virus amenazante, en rojo intenso, que viene de arriba como un extraterrestre, sobre fondo negro contrastante, para indicar las dificultades que traerá para los negocios y cómo deben prepararse sus líderes. Por su parte Knac (Bélgica) pone al virus-meteorito aplastando gente, y propone una «Guerra contra el coronavirus».

Foreing Policy -FP (USA), trae un agresivo y puntudo virus que quiebra al mundo con una de sus afiladas puntas y lo acompaña de un titular catastrófico. Knac (Bélgica) también se suma a las terroríficas portadas anteriores con una escena de tsunami cargado de virus que amenaza a los bañistas -población- y con un titular que hace dudar sobre la eficacia de las medidas de contención del virus, al preguntarse: «¿Estamos preparados para la segunda ola?».**

NYT Magazine hace un cuestionamiento ético muy delicado relacionado con la condición racial, en las prioridades de los servicios médicos de EE.UU, dada la polarización que se vivía en ese momento y lo enfatiza gráficamente por medio del contraste de tamaño de la tipografía y montando una parte del texto sobre su propio cabezote, asumiendo su parte de culpabilidad social. Un tema similar delata The New Stateman (RU) mencionando además, la brutalidad policial con intencionalidad racial.

Siguiendo la línea catastrófica, Euromoney hace caer sobre la tierra el meteorito como el del fin de la era de los dinosaurios, con forma de coronavirus y preguntándose si podremos sobrevivir a su impacto. Otra portada resuelta tipográficamente es la del diario The Independent (UK), que muestra cifras desoladoras de infectados y muertes en el mundo-hasta abril/2020-; lo novedoso y alarmista es que lo hace en toda su portada, resaltando las cifras en rojo y analizando los motivos en texto invertido sobre un fondo negro contrastante.

La revista Time de marzo, hace un especial didáctico acerca del recién descubierto virus y titula diagonalmente con su nombre, envuelto en una nube de pequeños puntos rojos -virus- que se adhieren a las letras, suspendidas en el aire, mostrando su capacidad de contagio. Executive (Líbano) escenifica, en una patética ilustración, «La pesadilla viviente» que padecen los libaneses por la crisis económica, el desempleo y la escasez, a través de una persona arrodillada frente a un cajero, en acción de ruego, rodeada de altos intereses que lo devoran todo.

The Philadelfia Trumpet -de tendencia religiosa-, hace una intervención sobre una fotografía de la última cumbre del G-20 en Argentina (2020) y para darle pertinencia y universalidad al tema, le pone a todos los presidentes un tapabocas, para remitirnos al final del mundo, según las profecías, por cuenta del coronavirus.

La conservadora National Review (USA) ilustra el coronavirus como una maza medieval, como un azote golpeando ciudades, y lo llama«El patógeno de la destrucción». The New Stateman (UK) nos habla del confinamiento y de los devastadores efectos de la pandemia con un ‘coronapacman’ comiéndose a La Tierra.

Cruising Heights (India) revista especializada en aviación, asemeja la llegada del Covid-19 con el inicio de la tercera guerra mundial y su primera víctima es el sector aeronáutico, en una portada catastrófica con aviones navegando entre gigantes virus. The Spectator (UK) escenifica un rodeo pero a cambio de toro está el indomable coronavirus cuyo jinete es un médico; en la arena sangrienta, yacen golpeados algunos de sus colegas. Y ahora un poco de humor negro: la conocida revista francesa de humor Charlie Hebdo (sí, la del atentado) trae una portada con un médico abrumado por la cantidad de muertos en las unidades de cuidados intensivos-UCI, que no atina a contarlos, y raya en su careta -al modo de los presos- para llevar la cuenta. Recordemos que en Francia, en el momento más álgido de la pandemia, los trabajadores de la salud protestaron porque no tenían suficientes materiales de seguridad biológica y se estaban exponiendo a contraer el virus por la gran cantidad de contagiados. Éste, sólo atina a solicitar máscaras más grandes para que le quepan todos los caídos.

Virus y epidemias

Como consecuencia lógica del inicio de esta pandemia han resucitado los relatos de epidemias y plagas que han sucedido a través de la historia desde Roma hasta nuestros días.

Iniciamos con dos revistas francesas. Le Monde nos remite a la epidemia de 1920 en Francia llamada la Peste de París, y su portada es una sombría ilustración de Yann Le Bec. Le Point, por su parte, le dedica no una sino dos de sus portadas al tema. La primera (11/03/20) destaca cómo a partir de esos terribles episodios ha habido cambios importantes en las sociedades que los sufrieron. La otra (15/04/20), analiza los nuevos virus y sus orígenes -todos protagonizados por animales-, algunos de ellos, muy conocidos en este lado del mundo: Chikungunya, Ébola, Sars, Zika, Nipah (también relacionado con murciélagos) y por supuesto, ‘nuestro’ Covid-19.

ForteanTimes (UK)*** por su parte, dedica la portada de su revista a las épocas en que la práctica médica aún no estaba regulada ni era sustentada científicamente, y a sus procedimientos salvajes, que en muchos casos, provocaron más sufrimiento y muertes que las mismas epidemias. Las máscaras y la túnica encerada y perfumada que cubría el cuerpo del ‘médico’ tienen su origen en el siglo XVII, gracias a Charles de Lorme, médico del rey Luis XII, quien consideraba que estas máscaras de pico largo, como de pájaro, provistas de anteojos, aislaban y protegían del contagio. El vestuario incluía también una vara para disuadir y apartar a los enfermos. Trae, asimismo, un artículo acerca de las teorías de la conspiración, nuestro siguiente tema. La polaca Politika trae una imagen similar para ilustrar la nueva peste, pero no hace referencia a dichas prácticas sino a los cambios que vendrán para contener la epidemia.

The New Stateman se centra en la Edad de las Pandemias (se refiere particularmente a las pandemias sucedidas a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI) y las relaciona como sucesos geopolíticos, que han sucedido en Asia y Europa, especialmente, con consecuencias políticas claras, así como la creación de la OMS y su limitado papel en estos acontecimientos. La revista virtual Outpaper (Ecuador) hace un juego visual-tipográfico para acentuar el objeto del mal con respecto al daño causado. Y la portada de The Walrius (Canadá) podría estar en nuestra sección de Pánico por la atemorizante ilustración que acompaña el tema de las epidemias.

Las teorías de la conspiración

Como siempre en estos casos, nadie se conforma con la versión oficial o la realidad científica. Como aún hoy no conocemos el real origen o foco inicial del contagio, y la verdadera historia de este virus ha sido truculenta y velada, han surgido desde distintos lados las versiones de su inicio, como la que hizo circular mr. Trump -Virus Chino- que fue creado en un laboratorio chino y que intencionalmente fue puesta en circulación por motivos políticos, aunque la versión China dice exactamente lo contrario. Muchas teorías más han circulado en el mundo dejando la incertidumbre del origen y las motivaciones que desataron esta crisis sanitaria.

La revista The Atlantic, reconocida por sus serios y documentados ensayos, nos trae un número dedicado a las teorías de la conspiración, con símbolos herméticos, masones y gnósticos, que hacen alusión al tema. Hace énfasis en un enigmático y peligroso personaje (grupo?) que se dio a conocer como ‘Q’ (y posteriormente como QAnon), que se ha dedicado a insuflar odios y temores, a partir de supuestas ‘predicciones’ sobre todo tipo de eventos, basado en premisas entre ciertas y falsas que le han dado gran notoriedad en internet, entre las que se encuentra, obviamente, la justificación de la actual pandemia. Society trae un tema preocupante asociado con las teorías de la conspiración: las consecuencias de éstas sobre muchos jóvenes que se las toman demasiado a pecho y que pueden llegar a extremos aterradores como el terrorismo y la autodestrucción. World (USA), revista religiosa señala con nombre propio al, según ellos, causante de este virus con el objeto de crear el caos con el fin de iniciar un nuevo orden mundial.

La Jornada Semanal (México) tiene dos ensayos en portada que hacen un balance entre la literatura y el cine; incluyen una parte de historia, pasando por las teorías de la conspiración y la ciencia ficción, que son tratadas en textos de referencia y películas que analiza la revista. L’Obs (Francia) integra a la conversación de la pandemia El Gran Hermano, protagonista en la novela futurista 1984 (1949) escrita por G. Orwell, que desde entonces ha sido una de las grandes teorías del control y la dominación omnipresente, que vuelve al ruedo a propósito de nuestros registros en bases de datos, la conectividad por internet y los nuevos recursos tecnológicos que permiten la geolocalización, la trazabilidad de nuestras acciones y la extensiva utilización de drones vigilantes, lo que nos hace cada vez más vulnerables. El último ejemplo es un divertimento gráfico o ‘meme creativo’ como llama a sus portadas ficticias el diseñador y creativo publicitario Nico Ordozgoiti (foto de portada) -quien tiene en su haber importantes premios y campañas-, en las que, con humor negro, hace una dura crítica a la banalidad de buena parte de la sociedad española: Cuñado es una expresión relacionada con los amigos de esquina que se reúnen a charlar de cualquier cosa. «La revista de los que valoran más a un tertuliano que a un experto en la materia» es su eslogan. Este ‘especial sobre la pandemia’ incluye todas las teorías de la conspiración que imaginen (si no, Youtube le ayuda, nos sugiere) y otras cositas no tan simpáticas para muchos -mujeres y asiáticos incluidos-. ¡Imperdible!

Vox-04/20

Bonus. Ésta no es exactamente una portada de revista pero la encontramos en la página web de Vox -la antigua Voz de América, ahora en proceso de extinción por el disgusto del lunático Trump-, como ilustración de inicio (portada) a un artículo de abril sobre las teorías de la conspiración y su propagación -como el virus- en el mundo. Es un collage con recortes de prensa en inglés, que resumen la crisis: el pánico, las restricciones, los eventos y viajes cancelados, la emergencia sanitaria y económica, en fin, todas las consecuencias que nos ha dejado la pandemia del Covid-19.

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*Diseñador gráfico, especializado en diseño editorial y docente universitario. Ex periodista gráfico de la revista Semana y de la Agencia nacional de noticias CIEP. Actualmente es editor de quintopiso.net, pagina dedicada al bienestar, respeto y empoderamiento de personas mayores de 50 años.

**Hemos vuelto a publicar algunas portadas mostradas anteriormente porque las consideramos pertinentes, por su catastrofismo, para ilustrar el tema de pánico.

***Esta revista se dedica a la difusión de fenómenos y acontecimientos que no han sido explicados por la ciencia. Su nombre Fortean (forteano) se deriva del nombre del investigador Charles Fort quien se dedicó a recopilar estos fenómenos que fueron publicados en su «Libro de los Condenados«. Uno de sus seguidores más destacados fue el escritor H.P. Lovecraft quien lo reconoce como uno de sus maestros e inspiradores.

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