Que de dónde soy, me preguntan

“Mary Grueso es una mole negra nacida del vientre del mar. Alta, gruesa, se mueve como las olas violentas en noche de leva. Su cara sonríe con labios pintados de negro y carmín. De carnes firmes y voz de barco que saluda cuando llega al puerto. Su palabra es ola sonora y a veces grito de alerta…

Así define físicamente a la gran poetisa negra Mary Grueso Romero (72 años), el también  poeta y escritor vallecaucano Leopoldo de Quevedo y Monroy, en una semblanza que escribió en 2009 para Letralia. Y no está lejos de la realidad. Mary es una mujer fuerte y grande, y como maestra que es, tiene una voz imponente y profunda que le ha servido también para declamar y representar teatralmente sus obras, tanto en el aula de clase y en talleres para docentes, como en escenarios de todo el país y fuera de él.

Que de dónde soy
Me preguntan muchas veces.
Soy una mujer negra del Pacífico colombiano
Donde muchos ríos descienden cantarinos,
Se anudan al mar con dulzura
A beber agua salobre de sus entrañas
Donde los peces viajan insistentes en mi memoria y los alcatraces pescan esperanzas
Donde el viento se lleva el sonido del tambor y te trae el olor de la marea en lontananza

(Que de dónde soy)

“Mary Grueso es una mole negra nacida del vientre del mar. Alta, gruesa, se mueve como las olas violentas en noche de leva. Su cara sonríe con labios pintados de negro y carmín.»

Yo no soy yo, soy mi Comunidad

Mary Grueso Romero (1947) nació en Guapi, Cauca, pero ha vivido la mayor parte de su vida en Buenaventura, en donde se ha desarrollado como maestra de escuela y escritora. Ha trabajado con denuedo por la autovaloración y reconocimiento del pueblo afrocolombiano que se manifiesta en su obra llena de contenidos libertarios y reivindicatorios de su raza y su color.

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Desde su labor como docente, que ejerce hace más de cuarenta y cinco años, despliega una poderosa actividad pedagógica de identidad y valoración de la cultura negra en todo el pacífico colombiano, tanto en sus clases a niños y adolescentes como en recitales, talleres y conversatorios con otros maestros, con padres de familia y con la comunidad en general.

Sus estudios los comenzó un poco tarde, pero para ella esto no ha sido un problema sino más bien un incentivo. A los 28 años se graduó como maestra de la Normal Superior La Inmaculada, en su tierra natal. Muchos años después, hace estudios de licenciatura en Español y Literatura (1999) y una Especialización en Enseñanza de la Literatura, en la Universidad del Quindío superando ya el quinto piso, ¡con 52 años! Especialista en Lúdica y recreación para el desarrollo cultural y social de la Universidad Los Libertadores de Bogotá (2003) y diplomada en Gestión de Proyectos Culturales en la Universidad del Pacífico ¡a la edad de 56 años! Le encanta estudiar, y como ella misma pregona, no hay edad límite para aprender y para enseñar. Por eso Mary es entrega total.

Yo no soy yo…
soy mi comunidad,
soy el Pacífico en todo su esplendor.
Soy la tradición oral de mis ancestros
que nos educaron de generación en generación,
inculcándonos enseñanzas y valores
para vivir en paz y en comunidad.

(…)
Yo no soy yo…
soy la música de mi región,
de marimba, chirimía y violines caucanos,
arrullos de navidad, chigualos, alabaos, cantos tristes
o alegres, como la juga, el bunde, el currulao,
el mapalé y el patacoré.

(No soy yo)

Mary junto a Paula Moreno, ex Ministra de Cultura de Colombia.

El mar y tú

Mary Grueso comenzó a escribir por desahogo. Publicó su primer libro El otro yo que sí soy yo, poemas de amor y mar en 1997. Pero fue mucho antes, en 1991, poco después de la muerte de su marido, Moisés Zúñiga, quien fuera su gran compañero y su impulsor para que estudiara y se hiciera maestra, cuando escribió “El mar y tú”, en su memoria, que sólo fue publicado hasta el 2003; en sus versos lo rememora y siente su ausencia:

Oigo tu nombre por todas partes
y el olvido no acude a mí
mi corazón sangra al oír tu nombre
implorando al cielo qué hacer sin ti.

(El mar y tú)

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La muñeca negra

El poema-cuento “la muñeca negra” es una bella reflexión sobre la segregación, pero también un llamado al orgullo y al auto respeto del ser negro en medio de una sociedad racista. Este cuento-poema se ha convertido en referencia y modelo de estudio en escuelas de la primera infancia no solo en Colombia sino también en otros países como Brasil y el Salvador. Con él ha hecho también talleres de sensibilización en escuelas de niños no negros y su creadora está convencida del valor pedagógico que esto conlleva. Ha dicho al respecto:

“Si los niños (de todas las razas) desde pequeños se acostumbran a ver los juguetes negros, a los niños negros en las cartillas y en los libros, a medida que van creciendo no tienen ese deseo de discriminarlo a uno, de verlo inferior, feo, malo o raro. Porque a mí me han visto rara en muchas partes”

“Quería una muñeca que fuera como yo
con los ojos chocolate y la piel como el carbón”

(…) “Tu siempre me dices muñeca y como soy negra
soy una muñeca negra, entonces creo que han hecho
muñecas negras como yo”

(Muñeca negra)

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Su proyecto educativo parte desde la primera infancia, por considerar que es desde esa etapa temprana que los niños deben empoderarse de su diferencia de raza y crecer conociendo y entendiendo sus valores culturales y ancestrales, para enfrentar con mayor conciencia y entereza ese mundo hostil que los rodea.

En los últimos años, Mary Grueso ha encontrado la manera de acercarse aún más a los niños: a través de sus libros ilustrados. La Niña en el espejo, El gran susto de Petronila y La Cucarachita mandinga, editados en 2017, son tres libros escritos por Mary e ilustrados por la afrocolombiana Vanessa Castillo, y que hacen parte de la Colección de cuentos ilustrados de niños afrocolombianos: Pelito de Chacarrás, realizados por la editorial Apidama, con recursos de la propia autora, y tratan temas complejos, como el concepto de belleza, el auto-reconocimiento y la discriminación, con un lenguaje sencillo, de una manera poética y sin adornos innecesarios. Pero es con La muñeca Negra (2011), de la misma editorial, ilustrado también por Vanessa, con el que ha tenido un mayor reconocimiento. En 2018, sumó a esta colección un nuevo título: De panela y confite; y en la Feria del Libro de Bogotá 2019, llegó al sexto: El Pico más Hermoso, ésta vez, acompañada por USAID y ONU migraciones. Estos libros ya hacen parte del material didáctico en las escuelas de las zonas afrocolombianas y pueden ser encontrados en diferentes bibliotecas públicas del país, gracias a la dotación del Plan Nacional de Lecturas y Bibliotecas del Ministerio de Cultura y al gobierno de Canadá.

A propósito de los niños, Mary cuenta, que como estrategia educativa, para motivarlos aún más, les propone integrarlos en sus historias:

“Yo les digo ‘Si me sacan buenas notas, en el cuento que voy a hacer, ustedes van a ser protagonistas’. Entonces yo hacía cuentos e incluía los nombres de ellos, que habían hecho esto, que esto otro, que nos íbamos al parque y allá hicimos esto… ¿Y quién no quería estar en el cuento? Entonces todos me marchaban”, cuenta Mary con orgullo.

Del baúl a la escuela

De su padre, Wilfredo Romero, heredó el don de contar:

“En este momento lo estoy viendo sentado, contando y los demás niños escuchando. Había una casa donde iba a contar generalmente. Los cuentos se contaban por la noche y la gente tendía una serie de sábanas, cada uno se acostaba con la persona más cercana a escuchar los cuentos, hasta que nos íbamos quedando dormidos”, recuerda con nostalgia.

Mary Grueso ha escrito numerosos libros entre los que se encuentran, además de los ya mencionados: Negra soy (2008) publicado por Ediciones Embalaje del Museo Rayo, que es uno de sus libros más difundidos; Cuando los ancestros llaman, editado por Univalle, y Tómame antes que la noche llegue, con Hoteles Estelar, fueron publicados en el 2009. Ha hecho parte de muchas antologías entre las cuales podemos nombrar: Ellas Cuentan. Encuentro de Escritoras Colombianas, Homenaje a Marvel Moreno (2004). Imprenta Nacional de Colombia; Chambacú, La Historia la Escribes Tú (2007). Lucia Ortiz, Ma. Mercedes Jaramillo, Asoc. Colombianistas – Ohio. Ed. Iberoamericana; Negras Somos (2008), Antología de poetas negras, compilado por Guiomar Cuesta Escobar y Alfredo Zamorano. Universidad del Valle, son solo algunas.

Con su alma de docente, escribió Del baúl a la escuela (2004), una recopilación de rondas que recordó de su niñez. Lo hizo al notar que en Buenaventura no se estaban implementando este tipo de cantos en las escuelas y colegios.

“Yo hice ese libro pensando en los maestros, porque para mi la lúdica es un recurso muy importante en el aula de clase. Los niños se motivan, se sienten alegres, si están aburridos o usted los ve perezosos e inmediatamente sale con ellos a una ronda y usted mismo interviene, se integran y vuelven motivados a trabajar”, cuenta la educadora.

Con Águeda Pizarro, su primera mentora y editora, en las Ediciones Embalaje, del Museo Rayo en Roldanillo.

Almanegra

Mary es una “Almanegra” (alma de negra). Así bautizó Águeda Pizarro, escritora y promotora de los encuentros anuales de poetisas en Roldanillo, al grupo de cuatro poetas negras: Lucrecia Panchano, Elcina Valencia, Mary Grueso y María Teresa Ramírez, que se destacó desde 1995, para distinguirlas de las que antes de su llegada ella llamaba “almadres” (alma de madres). La obra de Mary Grueso Romero está siendo estudiada en Estados Unidos y España, así como en Centroamérica y otros países con comunidades negras integradas, por ser una autora original, comprometida con su comunidad y con una expresión propia.

El Ministerio de Cultura, en el 2012, le otorga a Mary Grueso Romero el «Premio a la Dedicacion del Enriquecimiento de la cultura Ancestral de las comunidades Negras, Raizales, Palenqueras y Afrocolombianas». Mary además, fue considerada una de las 100 personas más influyentes del Valle del Cauca en el siglo XX. Por su gran producción literaria y su reconocimiento, ha sido invitada frecuente como conferencista en las diferentes ferias del libro en el país. Mary Grueso es y seguirá siendo orgullosa de su raza y defensora acérrima de su cultura, porque ella misma, sin eufemismos, se declara:«Soy negra como la noche, como el carbón mineral», «Negra soy».

¿Por qué me dicen morena?
Si moreno no es color
Yo tengo una raza que es negra
Y negra me hizo Dios.

Y otros arreglan el cuento
Diciéndome de color
Dizque pa’ endúlzame la cosa
Y que no me ofenda yo.

Yo tengo mi raza pura
Y de ella orgullosa estoy
De mis ancestros africanos
Y del sonar del tambó.

Yo vengo de una raza que tiene
Una historia pa’ contá (…)

(Negra soy)

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Referencias:

https://www.facebook.com/pg/Mary-Grueso

https://maguared.gov.co/

https://maguared.gov.co/

http://maryromero.webcindario.com/

https://www.rcnradio.com

https://letralia.com/