La novela póstuma de nuestro premio Nóbel Gabriel García Márquez, ha despertado críticas tanto a favor como en contra. Los que argumentan a favor consideran que es el estilo de GGM y la historia pertenece a su mundo literario. Los contradictores arguyen que no corresponde a su estilo, que está demasiado adjetivada y lo peor, que los hijos están aprovechando el nombre del escritor cataquero para hacer negocio. ¿Ustedes ya la leyeron? ¿Cómo les pareció?

María Teresa Herrán hace una reseña del libro y al final propone un análisis de medios en el que enfrenta las opiniones de dos reconocidos columnistas que generan debate sobre la intención y valor del libro y abre la discusión. Lea y opine.

Quinto Piso

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GGM

En agosto nos vemos

Gabriel García Márquez

Premio Nobel de Literatura
Editorial Random House
Primera edición, Marzo de 2024

No se podía esperar algo distinto del libro póstumo de Gabriel García Márquez. Es decir, el minucioso cuidado puesto por el autor en su elaboración (como en todas sus obras), sus re-lecturas del manuscrito y su incesante y visceral necesidad de perfeccionismo.

 Sin duda, la entrega responde a las expectativas, en este caso reforzadas por el inmenso compromiso de los hijos Gonzalo y Rodrigo. Un compromiso no solo filial sino intelectual y respetuoso de su memoria, incluso en la referencia que se hace de la manera como la fue perdiendo en los últimos días de su vida. 

No se trata entonces de lo que, en tantos otros casos, se convierte en la necesidad de obtener ingresos, de chuparse al autor después de muerto, como sucede con muchas obras que escarban el post mortem de un autor, actor o todo lo que sea cadáver para sacarle beneficios económicos.

El libro es, sin duda, de la entraña del autor. Ser costeño de río y a la vez Caribe de corazón marcan la diferencia con un isleño Caribe (que encuentra, por ejemplo, en el cubano Padura1 su mejor expresión y explicación). 

En este Agosto, corto pero redondeado, está el Caribe de García Márquez: el clima, un bolero al estilo de Chopin, la protagonista “que siempre anduvo por la vida sin mirarla” y la mujer que “se presta al juego como protagonista de su propio papel”, el hombre que se ruboriza, “de corazón bueno y manso”, la “sopa de sudor”, el pasado y los recorridos por las horas, las lunas solitarias y tristes. Porque, por supuesto, la tristeza garciamarquiana siempre se asoma en lo inverosímil. 

Está la descripción de todos los gestos de una mujer que se mira en el espejo cuando acaba de llegar de un viaje pesado en la tierra que los andinos llamamos caliente; y está un mar que no sabemos distinguir cuando se comporta “manso y fresco” y cuando no.

En este Agosto también está el afecto de García Márquez por las palabras, y su incesante búsqueda para desenterrarlas. Ejemplo: ese “intonso” que, más va allá de rústico (ver foto), o dársena, o las que utiliza para definir un hotel de cierto estilo: “un precipicio de vidrios dorados» (por supuesto, le dejo a Ud. la tarea de descubrirlas). También, la importancia ritual del 16 de agosto, el significado de un billete de 20 dólares, y otros misterios que construyen el encantamiento. 

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Análisis de medios

El libro póstumo de GGM sigue hoy dejando de qué hablar. Ponemos en discusión dos opiniones al respecto, escritas en sendas columnas, el domingo 17 de marzo/24, una de María Isabel Rueda en El Tiempo y otra de Ramiro Bejarano en El Espectador ¿Cuál de las dos opiniones lo convence más? Por favor, argumente su respuesta en términos no emocionales o insultantes…

Foto MTH

Mi respuesta:

A mi modo de ver (que, por supuesto, admite contradicción) me convenció más el artículo “Haciendo su Agosto” de Ramiro Bejarano G por las siguientes razones:
1- No desconceptúa el contenido (y así lo expresa) del libro, ni se convierte en crítico literario.
2- Se refiere con cierto cuestionamiento a la cesión de archivos de GGM al Centro Harry Ranson, considerando que la obra de GGM es ”patrimonio colectivo” de los colombianos y por consiguiente, merece mas fácil acceso.
3- Contrasta con la “generosidad de Botero”.
4- No debate si la obra es “buena” o “mala” y elude las que llama satíricamente “fascinantes discusiones literarias futuras” etc…etc.
5- Pregunta algo fundamental: si la hija extra matrimonial de GGM participó tanto en la venta de los derechos patrimoniales y sus beneficios, señala posible exclusión que debe ser analizada jurídicamente.
6- Recalca el derecho a opinar de los colombianos .

En el caso de María Isabel Rueda:
1- Parte de una hipótesis que ella misma construye en cuanto al autor: “ probablemente se dió cuenta… porque nunca estuvo terminado”. Y continúa con su propia hipótesis en el sentido de que pudo ser “su mayor acto de lucidez” (no se sabe si como chiste flojo o en serio).
2- El concepto médico de la enfermedad final de GGM es irrebatible.
3- “Produjo un librito bastante malo” Su concepto despectivo no es de crítica literaria, como tampoco lo son el de Carolina Sanín o el de Aura Lucía Mera (ni el mío, aclaro) .
4- Desconoce que cuando se trata de autores de dimensión universal, como GGM o Shakespeare, cualquier papel o libro es importante.
5- En ambos casos (por cierto, de ambos abogados) se destaca la motivación económica que sin duda existió en los herederos (como, por cierto, existe en cualquier empresa editorial y es válida también para los herederos de una persona ilustre). Bejarano insiste al menos en cuanto al reconocimiento de los derechos morales de una hija del autor.

Adjuntamos también la columna del reconocido escritor colombiano, Juan Gabriel Vásquez, quien también da su opinión como lector. Formas de leer una novela póstuma Revista Alternativa (20/03/24)

¡Gracias por compartir!

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Maria Teresa Herrán es una reconocida periodista, con maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de Paris II; fue presidenta del Círculo de Periodistas de Bogotá y dirigió la Maestría de Periodismo de la Universidad Javeriana, así como el Programa de Comunicaciones de la Universidad Central. Dirigió la revista Alternativa en su segunda época y fue la primera mujer en dirigir un noticiero de televisión. Ha sido investigadora y publicado numerosos libros pero hoy en día, prefiere autodenominarse comentarista, abuela cibernauta, poeta y artista plástica. Publicó un libro de poemas y escribe un blog que se llama «Opinar es debatir sin pelear»  https://mariatherran46.blogspot.com/ en donde comenta sobre temas de actualidad.

1. Leonardo Padura «Agua por todas partes» ( páginas 41 a 56) Colección Andanzas. Tusquets Editores, 2019.