Historia de una fotografía

Liliana Toro, la “Retratera”*

Hablar de Liliana Toro Adelsohn (Bogotá, 1958), es hablar de alegría, de risas y buena energía. Reconocida entre sus colegas por su temperamento festivo, y también respetada por su profesionalismo; su ojo alerta y siempre en la búsqueda del mejor ángulo, pero sobre todo, dotada de la mejor expresión y atenta a la oportunidad adecuada, rasgos de los buenos fotoperiodistas. Comunicadora y fotógrafa bogotana (pero criada en Cali, vé), fue una de las primeras reporteras gráficas en Colombia.** Con un amplio recorrido en medios importantes del país como El Pueblo, de Cali; la Agencia Nacional de Noticias CIEP; El Tiempo, El Espectador, y las revistas Hoy x Hoy y Cromos, entre otros, que han sido testigos y beneficiarios de su talento. 

Ha incursionado también en otros medios como televisión (RTI Televisión), y moda, colaborando con revistas especializadas como Fucsia, Vanidades e Infashion. Acompañó a Virgilio Barco y Andrés Pastrana en sus campañas, y ha realizado proyectos especiales para importantes entidades públicas y privadas. 

Tenemos el privilegio de presentar en quintopiso.net una parte de su trabajo fotográfico que muestra el talento y visión particular que tiene esta experimentada reportera gráfica, explicado en sus propias palabras. Este excelente retrato es el primero de una serie que continuaremos publicando de su obra.

Quinto Piso

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Mi foto del Maestro Otto De Greiff

(Medellín, 1903- Bogotá, 1995). Periodista, reconocido melómano, crítico y promotor de música clásica. Ingeniero, matemático y docente de la Universidad Nacional de Colombia.

Por Liliana Toro Adelsohn

(Fotografía original análoga en blanco y negro)

Esta foto fue tomada en el año 1990, recién ingresada a la revista  Cromos como Reportera Gráfica. En esa época el periodista Fernando Garavito, a quien se le conocía como Juan Mosca, estaba de Director y ya había mandado a otro reportero a hacerle fotos al Maestro pero no le habían gustado y estaba furioso con lo que había hecho. Él era súper estricto. Entonces salió por toda la redacción gritando ¿dónde está Liliana Toro? ¡La necesito!. Yo subí y me contó lo que había pasado. Necesitaba que me fuera a tomar de nuevo las fotos. 

«Tenemos que meter en contexto de la profesión o de lo que la persona haya hecho y saber algo de sus historias para poder realizar un buen retrato que identifique al personaje»

Liliana Toro

Cuando llegué a su casa en el barrio Palermo de Bogotá, le pregunté a don Otto que cuál era el lugar que él más utilizaba de su casa y me llevó a un cuarto lleno de libros, oscuro, donde sólo entraba una luz por una ventana pequeña. Entonces lo senté, con la iluminación lateral, él intentó cerrarla y le dije: “no me cierre la ventana porque con esa poquita luz haré la foto”, hasta que me entendió y así se hizo el retrato, con velocidades bajas y con esa poquita luz.

Yo llegué a la revista muy feliz y efectivamente, Garavito me felicitó y quedó “realizado”, porque el resultado fue éste precioso retrato, del que me siento muy orgullosa.

Nosotros los reporteros tenemos que meter en contexto de la profesión o de lo que la persona haya hecho y saber algo de sus historias para poder realizar un buen retrato que identifique al personaje. Ese es mi consejo como reportera que soy desde hace 39 años.

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*La «Retratera» fue el mote cariñoso que le dió el periodista Oscar Domínguez cuando trabajaban para la Agencia nacional de noticias CIEP.

**El trabajo de mujeres en Reportería Gráfica es más bien reciente pero significativo y meritorio. Viki Ospina (Barranquilla 1948) fue quien abrió el camino en 1973, (inició en El Periódico y posteriormente pasó a la Revista Cromos, desarrollando una extensa y productiva carrera), a otras reporteras como Liliana, Panchita (q.e.p.d) y Patricia Rincón, entre otras. Hacemos la acotación que en el libro Historia de la Fotografía en Colombia, de Eduardo Serrano, se menciona a Alicia Chamorro como la primera reportera gráfica en Colombia porque participó en la creación del Círculo de Reporteros Gráficos de Bogotá en 1950. Sin embargo, no hay ninguna otra referencia sobre su trabajo y no se conoce una sola fotografía suya ni hecha por ella (eso no quiere decir que no existan), por tanto, mientras se descorre ese enigma, podemos considerar a Viki y a Liliana como las primeras reporteras gráficas del país.

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