La noticia la encontré por serendipia en Them, una revista de la comunidad LGTBQ+. Y así la titula Abby Monteil, periodista norteamericana especializada en temas de la comunidad queer, y quien escribe el artículo:

“Hungría despide al director del Museo Nacional por exhibir fotografías de ancianos filipinos homosexuales”

Según Hungary Today, János Csák, ministro de Cultura e Innovación de Hungría, dice que Laszlo Simon, director del Museo Nacional, fue despedido por «no cumplir con las obligaciones legales de la institución», después de que se presentaran fotos con personas LGBTQ+ en la exposición World Press Photo que se exhibe en el museo.

Exhibición de World Press Photo 2023 en el Museo Nacional de Hungría. Foto Them

Y es que la Ley de Protección Infantil de ese país prohíbe mostrar contenido LGBTQ+ a menores. Esta ley se promulgó en Hungría, a instancias de Katalin Novák1, ministra de Familia, para proteger a los menores de la pedofilia, según explican desde el gobierno, pero la realidad es que esta ley ya ha sido demandada por más de 15 países de la propia comunidad europea por ser abiertamente anti LGBTQ+.

Sorprende que en pleno siglo XXI tengamos este tipo de noticias y sorprende aún más que se promulguen leyes segregantes y homofóbicas en un contexto de apertura y libertad sexual, sobre todo cuando los niños tienen a disposición medios que facilitan el acceso a imágenes aún más alarmantes y perjudiciales. Lo cierto es, que los nacionalismos de derecha, que también persiguen a migrantes y ciudadanos de otras razas, se ha propagado en algunos países de Europa y continúa promoviendo estos sesgos que vulneran derechos humanos.

Las imágenes “perturbadoras” fueron tomadas por la periodista filipina Hanna Reyes Morales y hacen parte de la exposición de los ganadores del concurso World Press Photo 2023, que «reconoce y celebra el mejor fotoperiodismo y fotografía documental producido durante el último año». El grupo de cinco fotografías muestra la vida cotidiana de una comunidad de homosexuales senior en Manila, cuya historia es realmente desapacible y conmovedora.

Algunos miembros de los Golden Gays posan para una fotografía durante un espectáculo en Manila. Foto Hanna Reyes NYT.

The Golden Gays House

La historia de la comunidad de Los Golden Gays supera (a mis ojos) en esencia, humanidad y sensibilidad, la noticia del despido del director del Museo Nacional de Hungría. Es una historia triste, pero de superación y solidaridad. Y la escribió para The New York Times la propia Hanna Reyes.

Momento de compartir y relajarse. La convivencia es clave para mantenerse como familia. Foto Hanna Reyes NYT.

“Entre semana en Manila, Filipinas, Al Enríquez, de 86 años, empuja un desvencijado carrito de madera con un paraguas de arcoíris posado sobre la madera destartalada. Vende dulces y cigarrillos afuera de un bullicioso supermercado, donde algún fumador ocasional o un niño con unas pocas monedas pasa para hacer una compra…” “Sin embargo, los fines de semana se hace llamar Carmen de la Rue y se transforma en una corista de Manila, luciendo vestidos hasta el suelo, maquillaje elaborado, tacones altos y pelucas”. Así comienza su artículo Hanna. Y continúa:

“Enríquez pertenece a una comunidad de hombres homosexuales mayores que se autodenomina Golden Gays. Han vivido juntos durante décadas en Filipinas, presentando espectáculos y desfiles los fines de semana para llegar a fin de mes.

La comunidad fue fundada en la década de 1970 por Justo Justo, legislador de la ciudad de Manila, activista contra el SIDA y columnista. Abrió su casa para albergar a las históricas lolas, o abuelas, un término cariñoso que el grupo ha adoptado para referirse a sus miembros.

Cuando Justo fundó Golden Gays, quería crear un hogar de ancianos para hombres homosexuales que vivían en las calles de Manila, rechazados por sus familias y la sociedad. La comunidad evolucionó hasta convertirse en un lugar donde también se animó a los residentes a abrazar su identidad de género. Algunos miembros, como Enríquez, encarnan personajes tanto masculinos como femeninos. Otras optan por mantener sus identidades escénicas femeninas en su vida cotidiana.”

Los reinados son actividades que realizan para centros comerciales y bares LGBTQ+. Foto Hanna Reyes NYT.

Esta historia tiene detrás un componente doloroso y angustiante, y es que nadie se pregunta qué sucede con esa comunidad, siempre denigrada y subterránea -en cualquier parte del mundo- cuando envejece. Los homosexuales, lesbianas, travestis… tienen una vida como la de todos, es decir trabajan, comen y sienten como todos ¡y también les pasa el tiempo! Pero además luchan y tienen dificultades para integrarse en esta sociedad que segrega y aísla a quienes tienen comportamientos y actitudes fuera de la convencional relación heterosexual, lo que hace más difícil su vida cuando envejecen, sin contar su status y la falta de seguridad social y pensión.

Desahucio y ausencias

La vida de los Golden Gays se vio en problemas cuando Justo Justo murió en 2012 y sus herederos los echaron a la calle. Una de ellas, conocida como Lola Rica, abrió su apartamento para algunas de sus compañeras. Tuvieron que hacer verdaderos malabares para sobrevivir hasta el 2018 cuando lograron alquilar una pequeña casa que alberga a la comunidad, ahora liderada por Ramón Busa o Lola Mom, como le gusta que la llamen, quien tiene ya 72 años.  

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Durante la pandemia volvieron a tener dificultades, pero esta vez tuvieron algún apoyo y lograron sobreponerse. Poco a poco volvieron los espectáculos y las actuaciones en algunos centros comerciales y bares de la comunidad LGBTQ+ que los acogen, y que sirven para mantenerse activas y productivas, y para estar física y espiritualmente bien.

La decoración de las paredes de la casa son fotos de sus espectáculos. Foto Hanna Reyes NYT.

Así describe Hanna Reyes la vivienda y el sentido social que mueve a la comunidad Golden Gays en Manila.

Otro grupo, Los Silver Gays, la generación siguiente a los Golden Gays, ha servido de gran ayuda y apoyo para sobreponerse a la pandemia y mantenerse en actividad. Ellos son los que consiguen, participan y apoyan a los viejos actores homosexuales y travestis, a montar sus shows y reinados. En ausencia de una estructura familiar tradicional, los Golden Gays han tenido que crear sus propios sistemas de apoyo. Porque como dice Lola Mom:

Los Silver sirven de apoyo a los Golden Gays. Foto Hanna Reyes NYT.

«Esa experiencia compartida siempre será el ancla de la comunidad», dice Mela Habijan (55) una de las Silver Gays. Y con dolor sentencia, “Sabemos lo que es ser rechazada. Sabemos lo que es ser repudiada. Conocemos el miedo a ser expulsados ​​de nuestros propios hogares”.

Esta vivencia de lucha, dolor y superación, nos muestra la indolencia de nuestras sociedades ante la diferencia, sin importar que son también personas como nosotros, viejos como nosotros. Vejez y superación.

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*John Brian Cubaque Rey (1954) es Diseñador gráfico, especializado en diseño editorial y docente universitario. Ex periodista gráfico de la revista Semana y de la Agencia nacional de noticias CIEP. Actualmente es editor de quintopiso.net, revista virtual dedicada al bienestar, respeto y empoderamiento de personas mayores de 50 años.

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  1. Ministra de familia en ese entonces y actual presidenta de Hungría, de creencia cristiana calvinista; pertenece al Fidesz-Unión Cívica Húngara, un partido político de ideología conservadora nacionalista y populista, de extrema derecha, del cual también hace parte el anterior presidente y fundador del partido János Áder quien gobernó Hungría por 10 años (2012-2022) y a quien sucedió.

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